Por alguna razón siempre he asociado a las Islas Vírgenes Británicas con un destino reservado para los aficionados de los botes. Quizás es porque desde pequeña, llevo escuchando del famoso Christmas in July, evento celebrado anualmente en la playa Pond Bay de Virgen Gorda, el cual atrae a cientos de botes que zarpan de Puerto Rico para disfrutar de una gran fiesta. Siempre tuve la curiosidad de conocer mejor estas islas, pero no lo había hecho aún. Por alguna razón, siempre he pensado que prefiero viajar a lugares diferentes a Puerto Rico ya que sol, arena, y mar lo tengo ya aquí en casa. ¡Qué equivocada estaba!
Hace unas semanas, tuve la fortuna de ser parte de un selecto grupo de medios invitados a cubrir el Gourmet Soiree, el evento inaugural del festival gastronómico BVI Food Fete. Este festival es una celebración de la gastronomía, en la cual se resalta la maravillosa diversidad de la comida caribeña. El festival dura un mes y tiene eventos en seis islas diferentes. La fiesta empieza con el Gourmet Soiree en Scrub Island, seguido por el Taste of Tortola, el Cooper Island Rum Fest, el Jost Pork and More Fest en Jost Van Dyke, el Taste of Virgin Gorda, y culminando con el esperado Anegada Lobster Fest.¿Quién le podría decir que no a semejante oferta? Sin pensarlo dos veces, preparé mi maleta y embarqué en un viaje que me cambiaria totalmente. Después de un corto vuelo de 45 minutos, conocí un paraíso terrenal llamado las Islas Vírgenes Británicas y ya no había marcha atrás.
Para los que no tienen un bote como esta servidora, Cape Air ofrece varios vuelos diarios que salen del aeropuerto Luis Muñoz Marin a Beef Island, una isla al este de Tortola, conectada a Tortola por el Queen Elizabeth Bridge. De ahí pueden conectar a varias de las islas cercanas mediante ferry como Tortola, Virgen Gorda, Scrub Island, Jost Van Dyke y Anegada.
Tras llegar a Beef Island, nos esperaba un chofer el cual nos escoltó al ferry ubicado en Trellis Bay Dock que nos llevaría a Scrub Island. Sabes que la cosa está buena cuando no haces más que montarte y ya te están preguntando cual cóctel de bienvenida deseas. ¡Un rum punch por favor! La travesía en el ferry dura diez minutos. En el camino, puedes comenzar a apreciar la belleza natural de las Islas Vírgenes Británicas.
Una vez llegamos a Scrub Island Resort, Spa & Marina fuimos recibidos con nuestro rum punch e hicimos check-in. Para los fanáticos de los puntos y millas como yo, sepan que esta propiedad es parte de la cadena de hoteles de Mariott Bonvoy. Por lo que, pueden conseguir una noche por 85,000 puntos para reservar el Standard Room con una cama King o 127,000 puntos la noche si deseas la 1 Bedroom Suite que incluye cocina, un área tipo family room, y un inmenso balcón. Una de las cosas más chéveres del hotel es que todos los cuartos tienen vista al mar. Desde el balcón de mi cuarto, podía observar la marina repleta de lujosos yates privados.
Tan pronto llegué al cuarto me puse el traje de baño y me dirigí a Donovan’s Reef, un restaurante al aire libre en los predios del hotel donde tuve mi primera experiencia con la deliciosa comida local y probé mi primer painkiller. Este adictivo trago es sinónimo con las islas y su dulce sabor te engancha desde el primer sorbo. Este fue el primero de muchos painkillers que disfrute durante mi estadía. El restaurante cuenta con una espectacular vista al mar.
El hotel ofrece kayaks y paddleboards libre de costo para sus huéspedes. Los amantes del buceo o de snorkeling pueden coordinar excursiones en el Dive Shop. Para los que buscan un buen masaje, el hotel cuenta con Ixora Spa. Por mi parte, luego del almuerzo, aproveche para hacer un poco paddleboarding y tener la oportunidad de ver más de cerca toda la hermosura que rodea el hotel. Una vez apretó el calor, me dirigí al área de la piscina, la cual cuenta con un swim-up bar, para refrescarme con unos painkillers antes de la cena.
La cena para los medios e invitados especiales de la sexta edición del BVI Food Fete se llevó a cabo en Cardamon & Co y el menú fue confeccionado por la talentosa Chloe St-Cyr, chef ejecutiva del Scrub Island Resort, Spa & Marina. Durante la cena, pudimos deleitarnos de manjares como Conch Crudo, Tuna Tataki, Anegada Lobster Tail, Goat Cheese & Pumpkin Ravioli, Crispy Pork Belly, y Braised Beef Short Rib. El dulce final fue con un Painkiller Cheesecake. Demás esta decirles que salimos rodando, pero felices. Esa noche recibimos una invitación para irnos con un grupo de medios el día siguiente para la mítica Jost Van Dyke y obviamente dijimos que sí.
Al día siguiente, nos levantamos temprano y desayunamos en el Gourmet Market & Café ubicada en el área de la marina. Para los que están velando el bolsillo, esto es tremenda opción ya que es como una especie de mini supermercado con comida. Sus sándwiches están fuera de este mundo y los preparan como los pidas. De ahí, nos montamos con el grupo en el catamarán de Dream Yacht Charters y empezó el vacilón. De Scrub Island a Jost Van Dyke es aproximadamente una hora y media. Una vez pude divisar Jost Van Dyke, la isla parece irreal. Su idea de la playa perfecta se quedará corta al lado de lo que verá en Jost Van Dyke: un sol de maravilla, con arena blanca, agua de color aguamarina, y varias barras y restaurantes. Yo pensaba que había visto playas hermosas en mi vida hasta que me tope con este espectáculo. Una visita a Jost Van Dyke no está completa sin probar los painkillers de Soggy Dollar Bar, el lugar donde se creó este icónico trago. Para comer, dense la vuelta por Hendo’s Hideout donde tienen un poco de todo. Mi tarde se resumió en chapuzones en la playa, buena comida, risas, y varios painkillers. Creo que hace años no me sentía tan increíblemente relajada. La buena vibra se respira en esta isla.
Regresamos a Scrub Island justo a tiempo para darnos un baño y prepararnos para el evento inaugural del BVI Food Fete, el Gourmet Soiree. El mismo se llevó a cabo en los predios del hotel y contó con la participación de la chef Chloe St-Cyr, chefs internacionales como Kerry Heffernan y Adrianne Calvo, y del equipo culinario de la Islas Vírgenes Británicas. Deleitamos nuestro paladar bajo las estrellas con los ricos platos de los chefs mientras bailábamos al ritmo de la música en vivo que amenizaba la fiesta. Como si fuera poco, más tarde en la noche nos dieron una gran sorpresa. Repartieron unos goodie bags con chancletas y nos indicaron que la fiesta continuaría en North Beach, una hermosa playa ubicada en el otro lado de la isla. Rápidamente me quité los zapatos y me puse las chancletas mientras fuimos transportados a la playa. Allí fuimos recibidos con una fogata enorme, la rica brisa, el sonido del mar, postres, y más música en vivo. Demás esta decirles que disfrutamos mucho y bailamos hasta el último minuto.
Existen muchos paralelos entre Puerto Rico y las Islas Vírgenes Británicas. No solo compartimos ese calor humano único de los residentes del Caribe y una gran cultura gastronómica, sino que somos sobrevivientes de desastres naturales que marcaron nuestras vidas. Para ellos fue el Huracán Irma y para nosotros fue el Huracán María. No obstante, a 2 años del paso del Huracán Irma, las Islas Vírgenes Británicas son una muestra de la resiliencia de la naturaleza y el espíritu humano. Las Islas Vírgenes Británicas regresaron más fuertes que nunca. Estas dejaron una marca en mi y es un destino al cual pienso regresar muy pronto. Te invito a descubrir las maravillas que tienen las Islas Vírgenes Británicas tienen para ti.