Con más de 300 bodegas y 23,360 hectáreas de viñedos distribuidos en 118 unidades poblacionales (64 de Burgos, 5 de Segovia, 25 de Soria y 24 de Valladolid), la Denominación de Origen Ribera del Duero (D.O. Ribera del Duero) tiene algo para todos. La región cuenta con un clima extremo: veranos secos, inviernos largos, baja precipitación, y una gran oscilación térmica. Como consecuencia, cuenta con una extraordinaria calidad de la uva, de piel gruesa y maduración perfecta, lenta y tardía.
La uva Tempranillo es su variedad principal, la cual otorga color, aroma, y el cuerpo característico de los vinos de la Ribera del Duero. En menor medida también se cultivan otras variedades como Cabernet Sauvignon, Merlot, y Garnacha Tinta. Se agrupan en tintos desde los jóvenes con elevada carga frutal y buen paso en boca, hasta los elegantes y potentes vinos de guarda (Crianzas, Reservas, y Grandes Reservas).
Los puertorriqueños no somos extraños a la grandeza de los vinos de la Ribera del Duero, por lo que, si decides aventurarte a visitar la D.O. Ribera del Duero, a continuación encontrarás toda la información que necesitas para hacer de tu estadía una inolvidable.
¿Dónde quedarte?
Ubicado en Aranda del Duero, Finca Torremilanos es un hotel 4 estrellas donde te hospedarás en una espectacular propiedad rodeado de viñedos. La bodega familiar Finca Torremilanos fue fundada en el 1903 y es la segunda hacienda productora de vino más antigua del Ribera del Duero, precedida por Vega Sicilia. En Finca Torremilanos se cultivan los viñedos sin herbicidas ni insecticidas siguiendo los criterios de la agricultura biodinámica. Se practica agricultura 100% ecológica y biodinámica.
¿Qué bodegas visitar?
Pago de los Capellanes
La historia de Pago de los Capellanes lo es una familiar y tiene su origen en el pueblo Pedrosa del Duero. En este pequeño pueblo de Burgos, Doroteo Rodero disponía de un pequeño viñedo de la variedad autóctona Tempranillo que cuidaba junto con su hijo Paco Rodero. El viñedo familiar había pertenecido siglos atrás a los campellanes de la pedania.
El matrimonio formado por Paco Rodero y Conchita Villa recuperó este y otros viñedos de la zona, para proveer de uva a las primeras bodegas de la Ribera del Duero. Finalmente, la bodega de Pago de los Capellanes fue fundada en el 1996, y Don Paco y Conchita se convirtieron en dos de los primeros viticultores de la zona de Ribera del Duero. Desde entonces persiguen expresar el paisaje a través de sus vinos artesanales, complejos, y de larga guarda. La bodega es un edificio de increíble arquitectura contemporánea rodeada de sus hermosas viñas centenarias.
Durante la cata pudimos disfrutar de Pago de los Capellanes Crianza 2009, Pago de los Capellanes Reserva 2018, Pago de los Capellanes Parcela El Nogal 2016, Pago de los Capellanes El Picón 2016, Doroteo 2015. Siendo los dos favoritos de la cata el equilibrado y refinado Doroteo el cual lleva el nombre del fundador de la bodega y fue elaborado por el motivo del 25 aniversario de Pago de los Capellanes y el exquisito y potente El Picón.
Carmelo Rodero
Carmelo Rodero es la cuarta generación de una establecida familia viticultores de la Ribera del Duero. Sus abuelos fueron socios fundadores de la Cooperativa Vinícola de Pedrosa de Duero a mediados del Siglo XX. A sus 14 años, Carmelo abandona los estudios y comienza a dedicarse por completo al cultivo de la tierra, ampliando poco a poco la cantidad de viñedo. Cuando poseía alrededor de 30 hectáreas, decidió desvincularse de la Cooperativa Vinícola y vender las uvas de su producción a la mítica bodega Vega Sicilia. Lo hizo durante 14 años y, en 1990, nace su proyecto Bodegas Rodero. El primer vino que presentó fue en el año 1991 y, desde entonces no ha parado de crecer con un continuo proceso de ampliación y modernización de las instalaciones.
En el 2005, Carmelo Rodero patentó un innovador proyecto de elaboración por gravedad, no usando bombas para el movimiento de la uva a los depósitos, ni para remontados en la elaboración ni trasiegos del vino. De esta forma se armonizan los métodos tradicionales con las tecnologías más modernas.
Tuvimos la oportunidad de catar el Carmelo Rodero Crianza, el Carmelo Rodero Reserva 2019, el Carmelo Rodero Pago de Valtarreña 2019, y el Carmelo Rodero TSM 2019. Siendo el favorito el TSM que demuestra una gran complejidad, estructura y elegancia con una capacidad de guarda fenomenal.
Bodegas Figuero
Tinto Figuero fue fundada en el 1961 por Don José María García y Doña Milagros Figuero tras recibir un millar de cepas como regalo de boda. Estas viñas viejas repartidas en más de 50 majuelos son vinificadas en parcelas individuales, en depósitos de menor tamaño para mantener la personalidad de cada unidad territorial y elaborar vinos de pueblo, paraje o parcela.
Es una bodega que respira una historia de amor, familia, y tradición. Su filosofía se basa en el máximo respeto y la mínima intervención en los vinos, dejan que la naturaleza siga su curso, y acompañan sus vinos en cada parte del camino. El resultado son vinos con gran perfil aromatico, elegantes, complejos y con gran capacidad de guarda.
Durante un almuerzo espectacular con la familia Figuero, tuvimos la oportunidad de catar el Figuero 12, el Figuero 15, el Milagros de Figuero 2017, y Figuero Tinus 2017. Siendo mi favorito, el Milagros de Figuero, uno de los vinos más especiales de la bodega ya que es un homenaje a doña Milagros. El mismo cuenta con una nariz intensa con notas de fruta roja y negra, una boca elegante con excelente acidez y con un final persistente y fino.
Bodegas Briego
Bodegas Briego esta ubicada en Fompedraza, un pueblo con una gran tradición vinícola. La bodega fue fundada en el 1996 por los hermanos Fernando Benito, Gaspar Benito y Javier Benito quienes se han enfocado en elaborar un vino de calidad, manteniniendo la tipicidad de la zona, sin renunciar por ello a la modernidad.
Durante la cata, tuvimos la oportunidad de probar el Briego Fiel, Briego Infiel, Briego Vendimia Seleccionada, Briego Tiempo Crianza , Briego Adalid Reserva, Briego Gran Reserva, y el Briego Oyada. Siendo el favorito el Briego Oyada que cuenta con una nariz con olores tostado y de cuero. En boca, cuenta con buen equilibro, taninos redondos, y un largo y elegante final.
Finca Villacreces
Finca Villacreces es una de las bodegas más jóvenes de Ribera del Duero. La bodega se encuentra en una ubicación privilegiada en la zona en medio de un pinar bicentenario, en pleno corazón de la Milla de Oro y junto al Río Duero. Es una propiedad hermosa donde el viñedo se confunde con la naturaleza y el paisaje. Si te animas, puedes recorrer los viñedos en bicicleta electrica. Sin lugar a dudas una experiencia inolvidable.
Finca Villacreces cuenta con Pruno, un vino juvenil con una nariz de fruta y regaliz y en boca un paso suave. Este vino fue galardonado con la distinción de Robert Parker de “mejor vino español por menos de 20 euros”. Le sigue Finca Villacreces, con una nariz de fruta madura, en boca una complejidad singular con toques ahumados. Por último, esta nuestro favorito, el Nebro que es un vino exclusivo de la bodega que tan solo se produce en las mejores cosechas. Por esta razón, es difícil de conseguir, pero sin lugar a dudas, el mejor ejemplar de esta maravillosa bodega.
Bodegas Cepa 21
Bodegas Cepa 21 es una de las bodegas con más renombre de la Ribera del Duero. El moderno edificio que alberga Cepa 21 fue inagurado el 21 de junio de 2007 y está equipado con la más alta tecnología para la elaboración de sus vinos e increíbles vistas a los viñedos.
Ya reconocidos por su Bodega Emilio Moro (fundada en 1981), Cepa 21 es la creación de la tercera generación de la familia Moro. Cuentan con un restaurante que esta distinguido como Plato Michelin por una cocina de calidad Michelin y cuenta con 1 Sol de Repsol.
Este maravilloso restaurante fue la sede de nuestra cata donde pudimos disfrutar de las creaciones del chef Alberto Soto maridadas con los espectaculares vinos de la Bodega Emilio Moro y Cepa 21. Tuvimos la oportunidad de catar Hito 2020, Cepa 21 2018, Malabrigo 2018, Horcajo 2016, y los míticos Malleolus 2019, Malleolus Valderramiro 2018, Malleolus de Sanchomartin 2018. Siendo los vinos más destacados el Malabrigo 2018 con su aroma intenso de fruta madura y cassis y en boca un paladar carnoso, maduro, y con un final largo. De los Malleolus fue el sublime Sanchomartín el que me voló la cabeza con su elegancia, equilibrio y poder.
Bodegas Montebaco
La Bodega Montebaco nace en el 1987 de la mano de Manuel Esteban Martin. La finca Monte Alto, donde se ubica la bodega, está situada a 800 metros de altitud y se beneficia de las condiciones climáticas que le brindan carácter a sus vinos. En el 1994, se elaboró el primer vino procedente de la finca. La filosofía de la bodega consiste en elaborar vinos de crianza de alta calidad mientras se respeta el medio ambiente. En Montebaco permiten que los vinos expresen de dónde vienen.
Durante la cata, disfrutamos de un delicioso potaje de bacalao preparado por la madre de Manuel Esteban, que fue la perfecta embocadura para probar sus maravillosos vinos: el Montebaco Semele 2019, Montebaco Cara Norte 2019, y Montebaco Selección Especial 2016. Siendo el Montebaco Selección Especial mi favorito por ser un vino poderoso, complejo y gran carácter.
Bodega Cillar de Silos | Dominio del Pidio
Cillar de Silos es una bodega familiar fundada en el 1994 por Amalio Aragón junto a sus hijos. Pero sus orígenes se remontan a 1970 cuando el padre comienza a adquirir pequeñas parcelas a viticultores vecinos, con la ilusión de elaborar algún dia un vino de Quintana de Pidio. Así decide crear su propia bodega y le llama Cillar de Silos, en homenaje al monje que se encargaba de la intentendencia en el Monasterio de Silos. El cillero, era el encargado de organizar la despensa o cillerria, con el vino y los alimentos necesarios para el dia a dia de los religiosos.
Cillar de Silos cuenta con 68 hectareas de viñedo, donde cultivan uva tinta Tempranillo con variedades de uva blanca Albillo. Una de sus mayores atracciones es su bodega subterránea que data del Siglo XVII donde las condiciones naturales de humedad y temperatura que van de 11/5 a los 12 grados Celsius son constantes todo el año y son las condiciones perfectas para que los vinos finalicen su proceso de envejecimiento en botella y así estar listos para ser bebidos al momento que salen a la venta.
Ubicada en la zona más al norte de Ribera del Duero. La familia de viticultores Aragón descubrieron que la única manera de rescatar los valores tradicionales era hacerlo a través de la reconquista del pasado. Por eso, se dieron a la tarea de rehabilitar un barrio de bodegas del Siglo XVI en el histórico pueblo vinícola Quintana del Pidio. Cinco bodegas y lagares subterráneos unidos como si fuerna un hormiguero conforma uno de los lugares de elaboración de vino más antiguos de España.
La utilidad de las cuevas y las fantásticas condiciones que ofrecen inspiraron el proyecto de Dominio del Pidio. La elaboración de sus vinos se hace a 16 metros bajo tierra a una temperatura constante de 11.5 y 12 grados Celsius donde envejecen los vinos tanto en barrica como en botella. Asi los vinos evolucionan muy despacio y van cogiendo complejidad. Esto resulta en vinos frescos, con mucha fruta, pero a la vez son elegantes con taninos redondos y una buena acidez.
Durante nuestra visita tuvimos la oportunidad de tener un almuerzo/cata con Roberto Aragon, propietario de la bodega y disfrutar la deliciosa comida del restaurante El Alfoz de Burgos. Se unieron Enrique Pascual, Presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero y Miguel Sanz, su Director General. Degustamos Torresilo 2001, Torresilo 2019, Flor de Silos y Dominio del Pidio 2018. Aquí con toda sinceridad se me hizo muy difícil escoger el favorito ya que estos son unos vinos espectaculares. Pero sin lugar a duda, los vinos de la tarde lo fueron el Torresilo 2001, que demostró que el paso del tiempo le había venido de maravilla con una expresión frutal en nariz y una estructura y refinados taninos dulces en boca. Por su parte, el Dominio del Pidio 2018 se destaca en nariz por su fruta madura y aroma especiado, en boca es fresco, equilibrado, y con un final elegante y largo.
Dominio del Aguila
Dominio del Águila es una bodega familiar con sede en La Aguilera, un pequeño pueblo de la Ribera del Duero. Lo dirigen la Jorge Monzón y su pareja Isabel Rodero. Desde el 2010, aquí han hecho realidad su sueño de elaborar vinos puros y finos. Son vinos ecológicos con gran capacidad de guarda, pero también aptos para ser disfrutados en cualquier momento. Jorge cuenta con una gran trayectoria habiendo trabajado en Domaine de la Romanée-Conti durante más de dos años, en el grupo Vega Sicilia durante un año y como director técnico de Bodegas Arzuaga-Navarro durante nueve añadas.
En su bodega subterránea pudimos catar el Picaro del Aguila, Dominio del Aguila Peñas Heladas Gran Reserva 2020, Dominio del Aguila Peñas Aladas Gran Reserva 2019, y Dominio del Aguila Canta la Perdiz 2016 quien recibió el galardón de 100 puntos Parker. Sin lugar a dudas, el Canta la Perdiz es un vinazo que no se pueden perder.
Dominio de Cair
Luis Cañas, una bodega española con más de 50 años de experiencia en el mundo del vino hizo un salto de La Rioja a Ribera del Duero. Así nace Dominio de Cair, un proyecto que nace desde la pasión por el viñedo en el 2008 y culmina con la creación de la bodega en el 2012. En esta ubicación privilegiada, se dan las óptimas condiciones y una extraordinaria materia prima para crear vinos de calidad excepcional.
Durante nuestra visita catamos Cair Cuvee 2019, Cair Selección “La Aguilera” 2019, Tierras de Cair Reserva 2014, y Pendón de la Aguilera 2011 siendo este nuestro favorito por su finura aromática, su potencia y elegancia.
¿Dónde comer?
El 51 de Sol
Calle Sol de las Moreras, 51
Esta propuesta gastronómica del Chef David Izquierdo se ofrece un menú de calidad, inventando con los productos de temporada con el fin de sorprender al comensal con sus creaciones. Chef Izquierdo utiliza novedosas técnicas culinarias para darle un giro a platos clásicos. Durante la cena, fuimos acompañados por Ignacio Arzuaga de Bodegas Arzuaga y Fernando Villalba, Director de Comunicación de Bodegas Protos. Sus maravillosos vinos, favoritos de muchos puertorriqueños, lucieron espectacular con los platos de Chef Izquierdo.